Que siempre viene bien saber de donde venimos
Los orígenes de Corbalán son inciertos pero parece que se remontan a la prehistoria. Al respecto hay que señalar que en el término municipal hay restos de dos asentamientos humanos además del propio pueblo.
Decimos que Corbalán se remonta a la prehistoria porque en Los Castillejos se hallan restos de un poblado ibero. Restos que no han sido excavados pero demuestran que ya desde la más remota antigüedad el pueblo estaba poblado.
Imagen relacionada con la noticiaEl segundo asentamiento humano del que se tiene noticias es el llamado Corbalán viejo que se sitúa en las cercanías del Remolín. Este poblado se remonta a la Edad Media.
Siendo abandonado a finales del siglo XV o XVI cuando el pueblo se traslado a su emplazamiento actual. Es de destacar que en este lugar se construyo un pequeño embalse del cual queda como testimonio unas hendiduras en lo más angosto del barranco del Remolín que servía para abastecer unos regadío colindantes que siguieron en uso hasta fechas recientes. Corbalán pertenecía a la Comunidad de Teruel y como tal aparece en diversos documentos de la época.
Como hemos dicho en torno al siglo XV se debió producir el traslado de la población desde Corbalán viejo al actual casco urbano. Las causas son desconocidas: lo cierto es que al poco tiempo se erigió la iglesia parroquial de S. Pedro (1593).
Desde esta época hasta épocas recientes pocas noticias se tiene sobre el desarrollo de Corbalán: es de suponer que se trataba de un pueblo dedicado a la agricultura, ganadería y a una subindustría que debió ser muy floreciente, el abastecimiento de leñas a Teruel. Fruto de ello es sin duda el dicho: «Corbalán, mucha leña y poco pan» que refleja sin duda también las estrecheces en que debieron vivir nuestros antepasados. Todavía vive quien recuerda como su padre en invierno iba a hacer una carga de leña para bajarla a vender a Teruel.
Ya en el siglo XX se recuerda de principios de siglo la realización de obras tales como la fuente baja o la instalación del molino harinero en la década de los años 20. Pero lo que más recuerdos trae a los mayores no son estas obras que sin duda contribuyeron al desarrollo del pueblo sino que lo que les marco profundamente fue la Guerra Civil.
Corbalán fue uno de los muchos lugares próximos a Teruel en los que se combatió duramente en la Guerra Civil en la llamada «Batalla de Teruel» quedando restos todavía de esta batalla en diversos lugares del término municipal. En el curso de esta batalla fueron salvajemente deteriorados por el ejercito republicano el interior de la iglesia y la ermita de la Virgen del Castillo. También se libraron diversos combates en la zona de la ermita de San Cristóbal que fue derruida por una bomba de la aviación nacional y en la de Santa Bárbara cuya ermita también fue destruida por los combatientes.
Pero la Guerra Civil también dejo varias anécdotas curiosas: una de ellas es que la imagen de la Virgen del Castillo fue fusilada por unos milicianos republicanos siendo recogida por unas mujeres del pueblo que la escondieron durante la guerra debajo de un gallinero. Otra es que se dice que desde Corbalán desde el paraje denominado «La Cuesta» se bombardeaba la ciudad de Teruel y una de las bombas cayo en el mismo Torico.
Quizá es reflejo de esta última anécdota la canción que se cantaba:
En el cielo manda Dios.
En la tierra los cristianos.
Y en el frente de Corbalán.
Los cojones de Atilano
Siendo el tal Atilano un capitán de artillería, tuerto para más INRI, con una puntería legendaria.
Imagen relacionada con la noticia
Lo único reseñable como positivo de esta contienda y de la inmediata posguerra es que en Corbalán pese a que había, como en todos sitios, gente de uno u otro bando no hubo fusilamientos. Al contrario que en muchos pueblos de España en Corbalán las gentes de cada bando protegieron a los del otro y así no hubo ni ha habido nunca rencores entre familias que tan mal ambiente crearon en otros pueblos. Incluso hubo familias en que por diversos avatares unos hermanos lucharon con los nacionales y otros con los republicanos.
Una vez finalizada la guerra la vida en Corbalán discurrió entre la necesidad de reconstruir el pueblo, bastante dañado por la batalla y la lenta transformación de la economía española.
A partir de los años 60 la modernización y el rápido desarrollo económico español supone una transformación brutal en el pueblo: Pon un lado gran parte de sus habitantes marchan a las ciudades a trabajar (Valencia, Barcelona y en menor medida Zaragoza o Madrid). El pueblo pierde población a marchas forzadas pero a la vez mejora la calidad de vida: se instala el agua corriente, se pavimentan las calles, mejora el alumbrado público, mejoran y se amplían las instalaciones municipales, ….
Actualmente Corbalán tiene pocos habitantes sobretodo en invierno. Sin embargo no está en el ánimo de los corbalanénses la desaparición. Con el buen tiempo regresan al pueblo jubilados emigrantes, las casas se restauran y se usan como segunda residencia para fines de semana y vacaciones. Síntomas de una pervivencia que no será como era el pueblo hace veinte, cincuenta años pero será.